Podología pediátrica en Sevilla

Estos son los trastornos más comunes que solemos ver en consulta:

• • Pie plano: hundimiento y disminución de la bóveda o arco plantar.
  • Pie cavo: bóveda o arco plantar más acusado de lo normal.
  • Pie valgo: el pie se desvía hacia fuera con relación a la línea media del cuerpo, el talón y tobillo se inclinan hacia la parte interna del pie, colocando la planta hacia afuera (eversión).
  • Pie varo: el pie y tobillo se inclinan hacia el borde externo, el antepié se desvía hacia adentro en relación a la línea media del cuerpo, colocando la planta del pie hacia adentro (inversión).
  • Metatarso aducto: el antepié se desvía hacia adentro con respecto al retropié, observando convexidad en el borde lateral externo del pie. La planta del pie adopta forma de riñón y el dedo gordo está muy separado del segundo y desviado hacia adentro.
  • Desviación de los dedos (clinodactilias): es una cuestión por la que los padres nos consultan preocupados al observar que su hijo tiene algún dedo torcido, por encima (supradductus) o por debajo (infradductus) del dedo adyacente. Pueden estar causadas por malformaciones genéticas, neurológicas, pero lo más común es que estén motivadas por posiciones en el vientre materno, herencia, calzado estrecho o traumatismos. Para su tranquilidad, en la mayoría de los casos no es algo preocupante, pues a veces se resuelven espontáneamente, y en caso de necesitar tratamiento, este suele ser sencillo y rápido si se realiza cuanto antes ¡Consúltenos!
  • Marcha de puntillas (Toe Walking): se trata de niños que caminan sobre las puntas de sus pies. Puede considerarse algo normal del desarrollo y crecimiento, pero también puede tener origen idiopático (desconocido), o bien estar provocada por acortamiento del tendón de Aquiles y retracción de la musculatura posterior de la pierna.
  • Enfermedad de Sever (apofisitis del calcáneo): es una osteocondritis causada por inflamación e irritación del cartílago de crecimiento del hueso del talón (calcáneo), provocando dolor en el mismo. Suele presentarse entre 9 y 14 años. Durante estas edades, los huesos, músculos y tendones crecen a distinto ritmo. Al realizar sobre todo actividades deportivas, estas estructuras musculares y tendinosas pueden tensarse y tirar del cartílago de crecimiento, provocando el dolor. Con las pautas y tratamiento adecuados, suelen resolverse sin problema en pocos meses.
  • Marcha en rotación interna: se produce cuando los niños caminan con las puntas del pie hacia dentro. Es algo normal en la edad de crecimiento y puede tener su origen en el fémur, la tibia o los propios pies. Aunque en muchas ocasiones es fisiológica y se va corrigiendo sola, hay que descartar patologías de base que la puedan ocasionar.
  • Verrugas plantares (papilomas): son frecuentes en niños y adolescentes, se parecen a los callos, pero son lesiones víricas que presentan pequeños puntitos oscuros y suelen ser dolorosas al pellizcarlas. Están provocadas por ciertas cepas del virus del papiloma humano y, aunque son benignas, deben tratarse cuanto antes por ser bastante contagiosas.
  • Hiperhidrosis: es un exceso de sudoración debido a un trastorno de la termorregulación corporal e hiperactividad de las glándulas sudoríparas, que producen más sudor de lo habitual. Esto puede provocar a su vez una bromhidrosis (mal olor) debido a la descomposición bacteriana de la secreción de dichas glándulas. Es frecuente observarla en los niños y adolescentes por los cambios que el cuerpo va experimentando en esas etapas.